El domingo 3 de noviembre por la mañana, en el Hotel Fiesta Americana de La Minerva en la bella ciudad de Guadalajara, se escuchaba el estallido de las arengas y gritos: «¡Elba Esther, Elba Esther, Elba Esther!» Y es que, hasta la tierra del traidor Juan Díaz de la Torre, la considerada líder moral del magisterio reapareció. Ataviada elegantemente con un traje azul oscuro moteado, de dos piezas, y un cinturón rojo del color de sus zapatillas, la maestra hizo sentir su fuerza.
«Vayamos por lo de ustedes, me quiero ir pensando que no me equivoqué, que somos ejemplo de democracia, de serenidad y lucha, no hay mejor manera de educar que con el ejemplo», dijo la maestra Elba Esther Gordillo Morales, a los maestros que se dieron cita desde temprana hora. Si ya los maestros estaban animados, estos se animaron más al escuchar a su lideresa decir: «Yo no vendí al gremio, yo me opuse a que vendieran al gremio», gritó en la Sesión de Consejo Estatal Jalisco de Maestros Comprometidos con México AC.
Agregó que el objetivo es: «Que no destruyeran al sindicato, esa es nuestra lucha y causa. Se trata que despertemos nuevos liderazgos que vengan a defender al gremio». Fue precisamente en ese momento que los aplausos y gritos de «¡Elba Esther, Elba Esther, Elba Esther!», se comenzaron a escuchar con más fuerza.
Remató su participación diciendo: «Vamos a buscar nuevos liderazgos, despertar, que el presidente cumpla de manera transparente, no podemos perder la casta, la convicción, el espíritu de lucha, por lo menos yo no lo he perdido». Después de esta aparición, no hay duda que la maestra no quita el dedo del renglón, vino a rescatar al SNTE de las manos de los traidores.
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