Édgar Landa Hernández / Una vez más nuestra bella ciudad es rehén de unos cuantos. Hombres de edad avanzada, así como de jóvenes en ropas ligeras se manifestaron en la transitada calle de Enríquez con el fin de hacer presión al gobierno en turno para que les sean escuchadas sus peticiones que no han fructificado anteriormente, pero ellos insisten.
Con su líder César del Ángel, ya decaído, ya en la postrimería de sus inviernos, este grupo conflictivo aparece de forma intermitente. Reclaman, gritan, lanzan improperios sin que nadie los escuche.
Lo único que dejan a su paso es basura y desolación, pernoctan en jardineras sobre la avenida Xalapa donde la mayoría de las veces es su centro de reunión.
¿Quién estará detrás de este circo que representan los 400 pueblos? Los traen en camiones, les otorgan tamales y su respectivo atole, así como una suma de dinero con tal de participar en esta verbena que lo único que consigue es que los habitantes de la ciudad repudien su triste actuar.
Gobiernos van, gobiernos vienen y ninguno hace o trata de imponer la justicia dejándolos que hagan su show delante de niños y adultos.
Ojalá y el gobernador tome cartas en el asunto y ponga fin de una vez por todas a este grupo que por unas monedas denigran su persona.
Xalapa no se merece este tipo de espectáculos.
*Miembro de la Red Veracruzana de comunicadores independientes A.C.*
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