En la madrugada del 1 de diciembre de 2025, las viviendas de la síndica municipal Alicia Fernandina Capistrán Martínez y las regidoras Xitlali Mejía Huerta y Alma Rosa Santos Mata, en el municipio indígena de Xoxocotla, Morelos, fueron atacadas a balazos de manera casi simultánea, con un intervalo de apenas cinco minutos entre las 3:57 y las 4:02 horas. Los disparos, efectuados por dos sujetos en motocicleta contra las fachadas principales, dejaron entre tres y cinco impactos por domicilio, sin heridos pero con daños materiales significativos. Este incidente ocurre dos días después de que las funcionarias, junto con otros ediles, denunciaran públicamente amenazas de “desaparición” y violencia política de género por parte del alcalde José Carlos Jiménez Ponciano, quien supuestamente exigía “alineación” política a cambio de seguridad.
Las víctimas, con medidas de protección ordenadas por el Tribunal Electoral del Estado de Morelos, reportan que estas no se han implementado efectivamente, limitándose a rondines esporádicos. La Fiscalía Regional abrió carpetas por “daños”, aunque las afectadas exigen reclasificación por tentativa de homicidio y vinculación política.
El Observatorio de la Paridad y Violencia Política de Morelos condenó la escalada de agresiones y exigió protección inmediata, mientras el alcalde Jiménez emitió un comunicado repudiando los hechos, sin asumir responsabilidad. El gobierno estatal, a través del subsecretario Miguel Ángel Peláez, solicitó denuncias formales y prometió atención al cabildo, en un contexto de alerta de violencia de género en la región.