«Para mis amigos, justicia y gracia; para los enemigos, la ley a secas». La frase se le atribuye a Benito Juárez, aunque eso no quiere decir que Juárez la aplicara, antes bien la pudo exponer como una práctica común entre los políticos de su tiempo. Pero la práctica sigue vigente hasta nuestros días. Este sábado 23 de agosto de 2025, Julio César Chávez Jr., exboxeador mexicano e hijo del legendario campeón Julio César Chávez, fue vinculado a proceso por un juez federal en Hermosillo, Sonora, acusado de graves delitos: delincuencia organizada, tráfico de armas, municiones y explosivos, y presuntos nexos con la facción de Los Chapitos del Cártel de Sinaloa. Sin embargo, en un giro que ha generado controversia, el juez Enrique Miranda otorgó a Chávez Jr. la libertad condicional, permitiéndole enfrentar el proceso fuera de prisión, con restricciones como la prohibición de salir del país y la obligación de firmar periódicamente ante las autoridades.
La liberación de Chávez Jr. ha generado críticas debido a la percepción de que su estatus como hijo de una figura icónica del deporte mexicano y las conexiones de su padre podrían haber influido en la decisión judicial. Julio César Chávez padre, una leyenda del boxeo mexicano, ha mantenido una relación pública de cercanía con figuras políticas, incluida la presidenta Claudia Sheinbaum.
Durante la conferencia matutina del 19 de agosto, Sheinbaum confirmó que estaba informada sobre la deportación de Chávez Jr., señalando que la Fiscalía General de la República (FGR) ya tenía una orden de aprehensión en su contra. Sin embargo, la rapidez con la que se otorgó la libertad condicional, a pesar de la gravedad de los cargos, plantea preguntas sobre la imparcialidad del proceso.
