El operativo reveló un arsenal de armas, chalecos con las siglas del CJNG, cocaína y objetos personales, confirmando la existencia de un campamento de reclutamiento forzado, un hecho sin precedentes en el estado. Entre los 18 detenidos, cuatro tenían fichas de desaparición reciente, lo que evidencia el reclutamiento forzado de jóvenes mediante engaños laborales.
La audiencia judicial señaló lesiones graves en los detenidos, incluyendo quemaduras y golpes, lo que llevó a la jueza a ordenar una investigación por tortura. La violencia desatada tras el operativo, con incendios de comercios y vehículos, expuso la presencia del crimen organizado en Aguascalientes, desafiando su imagen de seguridad. Los colectivos de búsqueda denuncian la falta de acción previa de las autoridades y exigen justicia para las víctimas.

