Armando Ortiz/ Estimado joven, antes que cualquier otra cosa debo decirte que no haber quedado en la Universidad Veracruzana no es el fin del mundo. Date cuenta, eres joven y tienes mucha vida por delante. No lo vas a creer, pero los que hicimos la universidad a una edad adulta agradecemos esa circunstancia porque nos permitió apreciar más plenamente la experiencia universitaria. Si crees que es importante llegar muy joven a la universidad y sin la preparación suficiente, puede resultar que al principio te sientas demasiado presionado y al final te frustres ante la dificultad para sacar buenas notas.
No te dejes llevar por los comentarios inmaduros de quienes sí fueron aceptados. Ellos, por inmaduros, temprano se darán cuenta de que echaron demasiado pronto las campanas a vuelo. Debo informarte que es grande la deserción en esta universidad, precisamente por la inmadurez con la que muchos llegan.
Quizá puedas pensar que si no entras a una universidad, aunque sea de paga, vas perder el año. ¿Perder el año? ¡Ni que fuera teléfono celular! Un año no se pierde si uno está dispuesto a aprovecharlo.
Mira, yo hice la universidad con un atraso de 15 años. ¿Acaso perdí esos 15 años de vida? Un año se puede aprovechar si lo llenas de gratas experiencias, de conocimiento, de amistad, de paz.
Puedes bien aprovechar ese año aprendiendo un idioma, a tocar un instrumento, a mejorar tu condición física, pero sobre todo aprovéchalo aprendiendo a ser más disciplinado. Detente un momento y pregúntate: ¿Fue tu bajo rendimiento en la preparatoria lo que dio como resultado que no pasaras ese examen de admisión? Entonces, ¿qué ibas a hacer en una universidad con esa preparación tan pobre? Aprovecha este año para mejorar en ti como persona y como estudiante.
Ahora bien, te voy a decir algo más que quizá te parezca demasiado franco y desalentador, tampoco entrar a la Universidad Veracruzana es la gran cosa. Y no lo digo porque no ame a mi universidad. Amo a la UV mucho más que aquellos que dirigiéndola le han hecho un gran daño. La UV en los últimos años ha carecido de liderazgo y de la creatividad que provoca el entusiasmo. Hoy mismo el rector de la UV, pasando por encima de la voluntad de los universitarios, ha decidido, con el apoyo de una Junta de Gobierno espuria, prorrogar su periodo como rector otros 4 años. A esta situación administrativa de ansia de poder, agrega que muchos estudiantes llegan a la UV sin la actitud correcta, sin la preparación adecuada.
Entiende bien que las universidades aportan una parte para que tú seas un gran profesionista, pero la mayor parte la tienes que poner tú. Si no tienes la actitud correcta, así estés en la Ibero, en la UNAM o en Harvard, no lograrás ser un gran profesionista.
Si por cualquier circunstancia decides entrar a una universidad de paga, tu responsabilidad es mayor, pues en ello va el esfuerzo de tus padres por pagar tus estudios; por lo mismo debes tener una mejor actitud y ser además agradecido.
Sobre todo, como siempre lo he dicho, una universidad no es el campus, no los edificios, no los que la administran; una universidad no son sólo los maestros o los compañeros de clase. La universidad es una experiencia que surge de compartir conocimiento, surge de la convivencia entre alumnos y maestros, el lugar es lo de menos.
A final de cuentas, la universidad eres tú, porque la actitud universitaria está en ti; sin ella, así aprobaras el examen de admisión, tu paso por la universidad sería estéril, como tomar con entusiasmo un sendero que no lleva a ninguna parte.
Por ello, estimado joven, no te sientas rechazado, empieza por aceptar la situación y luego acepta que debes mejorar en algo. Todo este proceso, si lo desarrollas en un año, te hará sentir mejor y entonces podrás aceptarte a ti mismo, después de eso, que te acepten en otros lados será más fácil; porque recuerda, aceptarse uno mismo es el principio de la satisfacción.
Si la UV te rechazó, por favor, tú no te rechaces.