Un caso de violencia familiar ha conmocionado a los habitantes de Tlaquepaque, Jalisco, tras descubrirse que un niño de 11 años fue encontrado encadenado a una cama en una vivienda de la colonia Francisco I. Madero. Inicialmente, se señaló a la tía del menor como la responsable, pero la abuela, identificada como Genoveva, de 84 años, confesó ser quien llevó a cabo el acto. Según los reportes, la abuela justificó su acción afirmando que el menor era un “vago”, no asistía a la escuela y pasaba mucho tiempo en las calles. En la declaración la abuela dijo: «Lo amarré por vago, pero no lo iba a amarrar por mucho tiempo, yo no más a ver cómo reaccionaba, a ver si ya se iba a portar bien», declaró.
La mujer aseguró que fue un acto aislado para corregir la conducta del niño, quien, según ella, se encontraba fuera de control. El caso salió a la luz el pasado 3 de junio, cuando la hermana menor del niño alertó a una patrulla policial sobre el maltrato. Al llegar al domicilio, las autoridades encontraron al menor encadenado, pero sin lesiones físicas adicionales, aunque presentaba marcas en la muñeca debido a las cadenas.
La Fiscalía del Estado de Jalisco investiga el caso y el menor, identificado como Luis Javier, fue puesto bajo la custodia de otros familiares, mientras que él y sus hermanos reciben atención psicológica y apoyo integral. El caso está bajo investigación para determinar responsabilidades.