Hace un año, la noche del 7 de junio de 2024, una tragedia conmocionó a San Luis Potosí cuando un barandal de vidrio colapsó en el bar Rich, ubicado en el tercer piso de la Plaza Alttus. El incidente, provocado por el sobrecupo durante un evento musical, dejó un saldo de dos jóvenes fallecidos, Manuel Alejandro Infante Puente y Rodrigo Espinosa Alonso, y 15 personas lesionadas, algunas de gravedad. A pesar del tiempo transcurrido, las familias de las víctimas y la sociedad potosina siguen esperando justicia, mientras los avances en el proceso legal son mínimos. El accidente ocurrió cuando decenas de jóvenes se dieron cita para un concierto del cantante Kevin Moreno, se aglomeraron en los pasillos exteriores del establecimiento, ejerciendo presión sobre un frágil barandal de cristal que no soportó el peso y cedió, causando una caída de aproximadamente 12 metros.
Las investigaciones revelaron que el bar operaba sin los permisos necesarios de Protección Civil y carecía de medidas de seguridad adecuadas para un evento de tal magnitud. Además, el Ayuntamiento de San Luis Potosí señaló que el lugar no tenía autorización para realizar el concierto, lo que derivó en su clausura inmediata.
A pesar de que la Fiscalía General del Estado de San Luis Potosí abrió una carpeta de investigación y vinculó a proceso a tres personas, Nancy “N”, Ulises “N”, y Francisco “N”, por delitos como homicidio culposo, lesiones graves e incumplimiento de normas, los avances son escasos. Los imputados permanecen en prisión preventiva en el penal de La Pila, pero el proceso judicial ha enfrentado retrasos. Una audiencia clave para el desahogo de pruebas está programada para el 30 de junio de 2025, según informó la Fiscalía, lo que ha generado frustración entre los familiares, quienes consideran que las autoridades han apostado por el olvido.