Nos enteramos, al día siguiente de la elección judicial, que muchas personas sí participaron en la elección pero con el propósito soez de dar a conocer su opinión sobre esa farsa. Por ejemplo, muchos que entraron a las urnas escribieron su opinión sobre Lenia Batres, a quien consideran la “ministra burra”; otros escribieron varias mentadas de madre a Gerardo Fernández Noroña. Por supuesto esos votos debieron ser anulados; se admiraría usted al enterarse que en una elección en la que participaron más de 12 millones de electores, las actas anuladas fueron 1 millón 358 mil 342; a esto sume actas en blanco que fueron 1 millón 517 mil 015.
Pues estos participantes también fueron considerados en lo que la presidenta Sheinbaum llamó un “éxito democrático”. Pues ya se dieron a conocer más cifras de ese “éxito”: «Con 98% de actas computadas: Lista nominal 97 millones 917 mil 324. Participaron 12 millones 473 mil 300. Se abstuvieron 85 millones 444 mil 024. Anularon 1 millón 358 mil 342».
»En blanco 1 millón 517 mil 015. Total de abstenciones, nulos y en blanco: 88 millones 319 mil 381 = 90.19% del padrón electoral. Participación real o efectiva: 9.81%». Si a su casa llega su hijo jubiloso presumiendo que en un examen escolar de 10 preguntas sólo respondió bien a una, ¿le daría un premio ante ese éxito escolar o un sopapo por zonzo?