Tal vez la gobernadora Rocío Nahle no esté enterada, pero algunos periodistas críticos estuvimos denunciando, desde el inicio del sexenio de Cuiltláhuac García, 2018, los saqueos y la entrega de contratos a empresas fantasmas en la Secretaría de Salud. Todo lo documentamos con direcciones y fotografías de los locales donde se ubicaban esas empresas fantasmas; una de ellas en una casa abandonada en Teocelo.
De todo eso se enteró el gobernador Cuitláhuac García, pero nunca inició una investigación y mucho menos la Contraloría puso interés en esos casos. Cuitláhuac García tenía razones para no hacer caso. Él sabía que su primo, Eleazar Guerrero, había colocado a los administradores en Salud y otras dependencias; el saqueo estaba institucionalizado. Por ello señora gobernadora, no se apresure a deslindar a Cuitláhuac García del desfalco en la Secretaría de Salud, no se apresure porque el señor, a sabiendas de lo que Jorge Eduardo Sisniega hacía en Salud, dejó que el saqueo ocurriera.
García fue omiso de un deber legal, y eso, señora gobernadora es un delito. Por supuesto, si se investiga y se llega a comprobar que el señor fue cómplice de ese saqueo, pues el delito se agrava a delincuencia organizada. No se apresure señora gobernadora a deslindar a su amigo el gobernador, en Veracruz lo estuvimos advirtiendo a tiempo, como a tiempo estamos advirtiendo lo que algunos de sus funcionarios están haciendo mal y al momento, sigue sin pasar nada.