Antes de ser papa, Robert Prevost fue obispo de Chiclayo, ciudad capital de la región de Lambayeque, en el noroeste de Perú. En esta ciudad en el año de 2022 tres jóvenes acusaron a dos sacerdotes de abuso sexual. De acuerdo con notas periodísticas de aquel año, «los hechos habrían ocurrido en la parroquia San José Obrero, ubicada en Chiclayo, Lambayeque, cuando las jóvenes eran parte del grupo Infancia Misionera. Los sindicados como agresores fueron identificados como los sacerdotes Ricardo Yesquén Paiva y Eleuterio Vásquez Gonzáles, quienes ya no ejercen sus labores en dicha localidad».
De acuerdo con la organización SNAP (Red de Sobrevivientes de Abuso por Sacerdotes), una ONG dedicada a recopilar casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes y de brindar apoyo a las víctimas, Robert Prevost, entonces Obispo de Chiclayo, fue consciente de abusos y no actuó adecuadamente para enfrentarlos. La información periodística del 2023 indica que los sacerdotes no fueron sancionados, pues después de la denuncia se les vio dando misa en sus iglesias.
Sobre este caso SNAP informó: «Las víctimas afirman que Prevost no abrió una investigación, envió información insuficiente a Roma y que la diócesis permitió al sacerdote seguir celebrando misa. Incluso adjuntaron fotografías del sacerdote oficiando misa después de su denuncia como prueba». De hecho, durante el cónclave para elegir al papa, Robert Prevost era descartado en las quinielas precisamente por este tipo de denuncias en su contra. Sin embargo, ahora ya no es Robert Prevost, ahora es el papa León XIV.