Iban como si los llevara el diablo, con ganas de salir lo más pronto posible del municipio de Uxpanapa, al que había acudido el dirigente de Morena para apoyar a su candidata Elsa María Moreno Cobo. Un video difundido por un medio de comunicación estatal muestra que el convoy de varias camionetas y una patrulla, llevaba prisa, manejaban sin precaución por una calle de terracería. Una de esas camionetas suburban impactó a una persona en su motocicleta, el golpe le quitó la vida. Lo más grave es que, muy a la manera ética de los morenistas, en lugar de bajarse y auxiliar a la víctima, lo que hicieron los morenistas fue quitar las placas al vehículo que impactó al motociclista y salir huyendo, dejando abandonada a la persona muerta.
Esteban Ramírez Zepeta, entrevistado declaró sobre este lamentable hecho, que los medios no deberían hacer leña del árbol caído, porque un accidente a cualquiera le pasa, por lo que pidió para él y para el chofer responsable, «respeto y empatía».
¿Y la víctima señor dirigente? ¿Y la persona que después de matar fue abandonada en el polvo? ¿Ese motociclista, por no ser parte de su comitiva, no merece empatía? ¿Y los familiares de la víctima? ¿Y sus amigos? ¿Esos no merecen unas palabras de condolencia? No, si aquí lo grave es el susto que pasó Esteban Ramírez Zepeta, de esos sustos que ni con bolillo se curan. ¡Pobrecito dirigente!