La Sala Superior del Tribunal Electoral de la Federación (TEPJF) ratifica las sanciones en contra de los periodistas Pablo Jair Ortega y Rigoberto Suarez, concediéndole la razón a la diputada Elizabeth Morales exalcaldesa xalapeña. Se recordará que la exalcaldesa los acusó por violencia política de género en su contra. Y es que, una cosa es denunciar los atropellos e injusticias que comete un funcionario o funcionaria y otra muy distinta es meterse con los derechos políticos y asuntos personales.
Ante esta situación, inmediatamente la diputada Elizabeth Morales, sintiéndose inmaculada y emulando a Juana de Arco, salió a declarar lo siguiente: «Estamos en un nuevo país, liderado por mujeres fuertes y valientes como nuestra presidenta Claudia Sheinbaum y nuestra gobernadora Rocío Nahle».
Tal parece que la diputada petista cree que los veracruzanos somos cortos de memoria, o acaso cree que ya olvidamos, que fue señalada por desviar recursos públicos para la campaña de Enrique Peña Nieto, o de los sobornos para sobornar a taxistas para votar por el PRI en horarios de trabajo, y emprender en 2012 una campaña negra en contra del excandidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador. Como dijeran los abuelos, para criticar y juzgar a los demás hay que tener la boca grande, pero tener la cola corta.