Hace unos días informamos que el alcalde de Matamoros, Tamaulipas, Alberto Granados había sido detenido en la entrada de Brownsville, Texas por más de 12 horas. Lo interrogaron y hasta hicieron pedazos su visa. ¿Cuál fue la razón de esa detención? El periodista Salvador García Soto se enteró de primera mano de la razón: «El ayuntamiento de Matamoros, que para nuestro gobierno es una organización criminal y terrorista». Por supuesto Alberto Granados dijo que fue una “revisión de rutina”, una “revisión de rutina” que duró 14 horas y por la que se vio obligado a llamar al secretario particular del gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal.
Señala García Soto en su columna de El Universal: «Tanto al alcalde Granados como a sus acompañantes les destruyeron la visa estadunidense frente a ellos y les dijeron que serían detenidos por vincularlos al tráfico de cocaína cometido por Edgar Alejandro Villarreal “La Fresa”, quien fue capturado en ese mismo puente internacional el pasado 8 de febrero en posesión de casi 9 kilos de cocaína. Fue la tercera vez que detenían al “Fresa” y les informaron que hay una investigación a cargo del ICE y Homeland Security, desde diciembre pasado en la que se les vincula. Al anunciarles la intención de detenerlos, el alcalde Granados pidió su derecho a hacer llamadas y, de acuerdo con fuentes que presenciaron el interrogatorio, el morenista llamó primero a Norberto Barrón Barragán, secretario particular del gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, y luego al hijo de éste, Américo Villarreal Santiago».
Y así como el alcalde de Matamoros, otros funcionarios de la 4T están en la mira del gobierno de los Estados Unidos.
