Apenas van 6 meses de gobierno en manos de Claudia Sheinbaum, y la jauría que busca relevarla en el 2030, ya anda suelta y sin control. O a poco cree usted, que las zancadillas y filtraciones en los medios son fortuitas. Es bien sabido que los participantes en la contienda pasada, donde salió avante Claudia Sheinbaum, tendrán que enfrentar la maquinaria que impulsará al hijo del expresidente. El será el compañero enemigo a vencer. Sin embargo, estas ansias adelantadas ocasionaran un desgaste y provocara distracción en las labores que cada aspirante tiene asignadas. Pero no solo eso, por inercia política también habrá un desgaste en el gobierno de la actual presidenta, ya que esta, estará en muchas ocasiones, desplazada y opacada en los medios de comunicación.
Y es que, en las diferentes trincheras políticas, ya hay fuego cruzado entre ellos, y este sin lugar a dudas, puede alcanzar a la representante del ejecutivo federal. Para muestra basta un botón, la conminación que hará Sheinbaum a Morena para que marque reglas claras sobre las candidaturas adelantadas, tiene dedicatoria especial, aunque la cabeza visible fue la achimpletada senadora Andrea Chávez, todo mundo sabe que atrás de esta, se encuentra el poderoso jerarca del senado, Adán Augusto López.
Llama la atención que, inmediatamente el diputado Ricardo Monreal, cerró filas con la presidenta Sheinbaum, lo mismo lo hizo el rijoso e inbañable de Gerardo Fernández Noroña, otro que también se cree con los suficientes derechos de volver a buscar la grande en el 2030. Es un hecho, mientras Claudia Sheinbaum intentará gobernar, en el patio trasero de Morena, se estará librando una guerra campal sin cuartel.