Ahora resulta que los narcocorridos y canciones que hagan apología de la violencia se han convertido en la adicción de algunos mexicanos. Como los adictos a una droga sintética, el adicto pide su dosis y en caso de no recibirla se vuelve violento. Eso es lo que pasó en la Feria del Caballo en Texcoco, Estado de México. El gobierno del Estado de México tiene una ley que prohíbe a los narcocorridos y las canciones que hagan apología de la violencia. Eso lo saben los organizadores de la feria, los cantantes y hasta el público. Pero durante la presentación del cantante Luis R. Conríquez los asistentes a su concierto le exigieron canciones sobre Los Chapitos o sobre el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Como el cantante amablemente les explicó que no podía cantar esos temas, los asistentes se tornaron violentos y arrasaron con todo. El alcalde de Texcoco, Nazario Gutiérrez, comentó al respecto: «No hubo un incidente grave o alguna cuestión extrema de una situación de vida, no. El palenque sigue porque fue un exhorto y lo acatamos, no hubo desacato. La cosa sería ¿ahora a qué artistas traemos?»
Tal como señalamos, el público ya se hizo adicto a ese tipo de canciones y en caso de que no se las canten se van a poner violentos. No entiende ese público que detrás de esas canciones hay dolor, muerte y sufrimiento.