Uno de los frentes que preocupa mucho al gobierno de Claudia Sheinbaum es el que tiene que ver con el Comité sobre las Desapariciones Forzadas, quien, por cierto, emitió este miércoles una nota aclaratoria en la que justifica su reciente decisión de solicitar que la situación de México en esta materia sea tratada en la Asamblea General de la ONU, una petición que se ha convertido en un fuerte dolor de cabeza para un gobierno que se aferra a negar la gravedad del caso.
Esta acción agarro desprevenido al gobierno mexicano, quien ha manejado la tesis, que donde fueron encontrados más de 200 pares de zapatos y restos humanos, era un campo de adiestramiento y no un campo de exterminio, como lo han manejado las madres buscadoras. Esta acción, por parte de este Comité, activa el mecanismo, que eleva el caso a la máxima instancia de Naciones Unidas.
En otras palabras, las decisiones del comité que implican referir una situación nacional de desapariciones forzadas a la Asamblea «se toman siempre con extremo cuidado y con gran sentido de responsabilidad», asegura la nota, en la que se expresa el deseo del Comité de «mantener la cooperación y los intercambios constructivos con México». Sin embargo, el gobierno mexicano no ve con buenos ojos esta acción, ya que contradice la verdad absoluta que maneja un gobierno que no quiere reconocer la realidad.