Ni a cuál irle. Tanto la Nena de la Reguera como Xóchitl Molina han demostrado que como funcionarias son incapaces de llevar las riendas de una dependencia estatal. El hecho de que la Nena de la Reguera haya paseado por las mejores playas del país y del mundo no significa que la señora sea una experta en promoción turística. Entre sus objetivos la Secretaría de Turismo anota la obligación de «desarrollar nuevos productos turísticos; profesionalizar a los prestadores de servicios turísticos; vincular a los prestadores de servicios turísticos; posicionar a Veracruz como un destino turístico a nivel nacional; brindar nuevas experiencias de viaje».
Demasiadas responsabilidades para una señora que sólo sabe que tipo de bolso combinar con un vestido de noche. Por otro lado, la responsabilidad de Xóchitl Molina es mucho mayor. La cultura es una materia delicada, es la espina dorsal de un pueblo, el alma, el rostro que un pueblo muestra a los demás para que así lo reconozcan.
Xóchitl Molina ya demostró su insensatez, su falta de sensibilidad al arrumbar a sus iguales artesanos para que durmieran en el piso; en fin son indígenas y están acostumbrados al suelo. Ni a cuál irle. La primera frívola, la segunda insensata. ¿Señora gobernadora, por qué resistirse a ver una realidad que sólo traerá verguënza y descrédito a su gobierno?