En el momento en que los dirigentes del Tianguis Limonero de Apatzingán anunciaron el cierre de sus negocios, la situación generó que el gobierno recibiera fuertes críticas. Las críticas se dieron por la ineficacia para controlar el crimen organizado y permitir que los agricultores y citricultores sean los que resulten afectados. El dirigente de los citricultores, Bernardo Bravo Manríquez indicó y denunció que los están extorsionando y no hay quien los ayude. El mismo día en que el dirigente anunció el cierre del negocio el gobierno contestó con un mensaje en el que decían que el negocio del limón se estaría manejando como normalmente se hace.
El 25 de febrero el gobernador de Michoacán Alfredo Ramírez Bedolla dijo que su gobierno está revisando el caso. Indicó que los responsables de las extorsiones son los grupos de autodefensa que formó Alfredo Castillo Cervantes, comisionado para la Paz, Seguridad y Desarrollo Económico de Michoacán en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
El gobernador culpó a estos grupos de autodefensa que en la actualidad están aliados con el crimen organizado. Los dirigentes del Tianguis Limonero de Apatzingán quieren una respuesta efectiva en la que les apoyen para quitarse de encima a los extorsionadores. Los citricultores no quieren respuestas que ya conocen, como la respuesta del gobernador, ellos quieren ayuda, exigen protección.