Se le hizo muy fácil prometer que los servicios de salud iban a ser como los de Dinamarca. Se le hizo como una graciosada, una manera de desviar la atención a asuntos graves del país, irritando así a sus opositores. No le importó que mucha gente sufriera y muriera ante la falta de medicamentos, insumos y personal en los hospitales del país, los cuales no son como los de Dinamarca, sino que les falta todo, como se anota en un reportaje del periódico Reforma: «Hospitales que formaban parte de la Secretaría de Salud y que pasaron al IMSS-Bienestar padecen por la falta de medicinas, de insumos, equipamiento, personal médico y hasta por el pago al personal. En el Hospital Regional de Alta Especialidad de Ixtapaluca, Estado de México, trabajan bajo protesta debido a que no cuentan con medicamentos, insumos y hay reducción de personal desde finales de 2024 (…)
»Otro caso es el Hospital Regional de Alta Especialidad de Ciudad Victoria, Tamaulipas, que, de acuerdo con testimonios de empleados, vive su peor crisis desde su arranque de operaciones en 2009. Personal médico, de enfermería y administrativo tomó a principios de febrero el hospital por una semana para protestar y visibilizar la falta de medicamentos, de equipo para operaciones, así como el impago a empleados y el déficit de trabajadores y especialistas. El problema, de acuerdo con los empleados, se acentuó derivado de la transición al IMSS-Bienestar, es decir, a partir de enero de 2024.
»Las carencias incluyen hasta insumos básicos como el abasto de agua purificada, por lo que el personal de enfermería, y hasta los doctores arman una cooperación para conseguirla. A la lista de faltantes en este hospital se suma el de equipos de diagnóstico médico. Además, de acuerdo con las fuentes médicas, se han suspendido decenas de cirugías por falta de medicamentos y de insumos». Se burló de todos los mexicanos y ahora vive escondido en Palenque, engordando la tripa, viendo como sus hijos gozan con lo que se robaron mientras él fue presidente.