De lo que se trata es de protegerse entre ellos, de taparse con la misma cobija, de encubrir los delitos que cometen los miembros de la Cuarta Transformación. Es por ello que, en Morelos, donde gobierna la morenista Margarita González Saravia, fue removido el fiscal Uriel Carmona, quien solicitó el desafuero del diputado Cuauhtémoc Blanco, acusado de violación por su media hermana. Fue el Congreso de Morelos, de mayoría morenista, quien se encargó del asunto.
Bastaron 16 de los 20 diputados del Congreso de Morelos, los que los destituyeron argumentando que Uriel Carmona estuvo sujeto a proceso en tres ocasiones por los delitos de obstrucción de la administración de justicia, encubrimiento por favorecimiento y tortura.
Para ese momento ya las autoridades de la Fiscalía de Morelos, todavía a las órdenes de Uriel Carmona, habían entregado a la Cámara de Diputados la solicitud de desafuero del diputado federal, Cuauhtémoc Blanco, para iniciar una investigación por el delito de abuso sexual. Por supuesto, resulta difícil creer que, en la Cámara de Diputados, de mayoría morenista, prospere el desafuero contra Cuauhtémoc Blanco. Ya sabe usted, lo que menos interesa a Morena es que México sea un país donde se cumplan las leyes, donde se haga justicia.