Es cosa de estudiar la dialéctica del discurso de Donald Trump. Una de las primeras acciones del presidente de los Estados Unidos fue firmar una orden ejecutiva para catalogar a los cárteles de la droga como grupos o entidades terroristas. Por supuesto, el objetivo de esta designación es evitar el tráfico de fentanilo a los Estados Unidos, por lo que los objetivos principales de esa orden ejecutiva son el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Ahora bien, en su orden ejecutiva para justificar el 25 por ciento de aranceles a productos mexicanos, Donald Trump argumentó, o más bien acusó: «El gobierno de México ha proporcionado refugios seguros para que los cárteles se dediquen a la fabricación y el transporte de drogas ilícitas, que en conjunto han provocado la muerte por sobredosis de cientos de miles de víctimas estadounidenses».
Si el gobierno de México, como dice Trump, proporciona refugios seguros a los cárteles que fabrican el fentanilo, entonces México, según la dialéctica de Trump, está dando refugio a organizaciones terroristas. En la actualidad, el gobierno de Estados Unidos tiene a cuatro países en su lista de países que protegen a terroristas: Cuba, la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte), Irán y Siria . En esa lista México podría ser el quinto país.