Como diría el filósofo José José: “Pobre tonto, ingenuo y charlatán”. Resulta que Iván Martínez Olvera, amigo de la infancia de Cuitláhuac García, y quien hizo todo lo posible por tumbar a Xóchitl Arbesú de Turismo para que lo pusieran a él, también se apunta para ser el próximo alcalde de Xalapa. Dos años antes de concluir el sexenio Xóchitl Arbesú dejó Turismo e Iván Martínez entró al quite y lo primero que hizo fue preguntar dónde estaban los fideicomisos y cómo se les podría echar mano.
Con todo lo que saqueó en turismo el señor se construyó un hotel por pocitos, un hotel donde la garnacha y el agua de jamaica son el platillo especial. Dijo Martínez Olvera al dar a conocer su intención de ser alcalde de Xalapa: “No buscamos la alcaldía de Xalapa por un cargo público, sino por un compromiso con la sociedad, levantar la mano y abrirnos y exponernos no sólo a la militancia, sino a la sociedad para que nos den la oportunidad de escogernos como servidores públicos”.
El señor Martínez Olvera ya dejó muy claro que como funcionario público resultó ser un ladrón. Por eso quiere ser alcalde de Xalapa, porque sabe que en este municipio hay más presupuesto que en la Secretaría de Turismo. Lo que no sabe Iván Martínez Olvera es que en el gobierno de Rocío Nahle todo lo que huela a Cuitláhuac está excluido. Pero Iván Martínez Olvera no huele a Cuitláhuac, apesta, hiede a él.