Se sabe que, en varias dependencias, a pesar de que los trabajadores actuales tienen firmado contrato hasta el 31 de diciembre de 2024, ya les cerraron la puerta, ya no los dejaron entrar, ya los despojaron de su cargo. Algunos de manera déspota les han dicho «Aquí ya no tienen nada que hacer. Por favor retírense». «Y eso que supuestamente son del mismo equipó», nos comentó un empleado sindicalizado, «y eso que los obligaron a ir a los mítines con la promesa de que iban a conservar su trabajo, y eso que les pidieron parte de su sueldo para apoyar a los candidatos de Morena. Pues con todo y eso los están maltratando como si fueran de otro partido».
Por supuesto, esto lo tiene que saber la gobernadora Rocío Nahle para que ponga orden, pues si es cierto que los nuevos mandos traen a su equipo de trabajo, también es cierto que hay formas, hay decencia, sobre todo si se trata de trabajadores que la ayudaron a ganar la gubernatura.