Una primera cita terminó en tragedia cuando Alison Pickering, una estudiante universitaria de 23 años, falleció tras consumir un platillo que contenía maní, alérgeno que había evitado rigurosamente toda su vida. El incidente ocurrió en un restaurante de Texas, al que Alison asistió confiada, pues ya lo había visitado antes sin problemas. Según su familia, la joven pidió un platillo que debía estar libre de ingredientes peligrosos para ella.
Sin embargo, el cambio en la receta no fue advertido, desencadenando una reacción alérgica que resultó fatal. “Siempre fue muy cuidadosa con su alergia”, comentó su madre, Joy Pickering, quien exige respuestas del restaurante. Por su parte, el establecimiento ha negado responsabilidad, asegurando que no se les informó de restricciones alimenticias.
La familia busca justicia y pide mayor responsabilidad en los restaurantes para prevenir tragedias similares. La muerte de Alison resalta la necesidad de protocolos más estrictos para proteger a personas con alergias alimentarias.