El presidente Donald Trump amagó con imponer aranceles del 25 por ciento a productos de México si nuestro país no hacía nada por detener la migración de personas a la frontera de los Estados Unidos, además del tráfico de fentanilo. Tal vez, envalentonado por esa amenaza, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar se atrevió a responder a la presidenta Claudia Sheinbaum, quién dijo, sobre las críticas del embajador a la reforma judicial, que un día dice una cosa y otro día otra. Ken Salazar respondió: «Yo no cambio de posición, desde antes de llegar a este puesto de embajador siempre he dicho que para la democracia se requiere la seguridad del pueblo y eso es la realidad en lugares como Haití, Venezuela y por supuesto también aquí en México».
De hecho, sobre la migración de mexicanos a Estados Unidos el embajador americano preguntó: «¿Por qué están saliendo tantos mexicanos de esos estados? Es porque se requiere seguridad, esa es la realidad de México que se reconoce donde quiera». Y en eso tiene toda la razón.
Si los que deciden salir de sus pueblos hacia los Estados Unidos tuvieran mejores condiciones de trabajo y más seguridad, seguro optarían por quedarse en sus comunidades. Pero cuando el narco toma el control de un pueblo, lo mejor es salir huyendo para buscar mejores oportunidades de trabajo, mejores condiciones de vida, aunque sea de inmigrantes.