Las costas mexicanas se preparan para una semana llena de incertidumbre climática, con la amenaza de cuatro posibles ciclones en desarrollo. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha advertido que estas formaciones podrían impactar tanto el Atlántico como el Pacífico, generando fuertes lluvias, vientos huracanados y marejadas. El mayor peligro se encuentra en el Atlántico, donde una zona de baja presión se fortalece rápidamente. A más de 5,000 kilómetros de Quintana Roo, este sistema avanza hacia el oeste con una alarmante probabilidad del 80% de convertirse en ciclón en los próximos días.
En el Caribe y el Golfo de México, las condiciones no son mejores. Otra área de inestabilidad ha despertado la preocupación de las autoridades, ya que presenta un 50% de probabilidad de desarrollo. Si las condiciones atmosféricas lo permiten, las costas del Golfo podrían enfrentarse a un nuevo fenómeno ciclónico antes de lo esperado. El Pacífico mexicano tampoco escapa del peligro. Frente a las costas de Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, una tercera zona de baja presión podría evolucionar en un ciclón en los próximos siete días. Las probabilidades actuales se mantienen en un 40%, pero el SMN no descarta que la cifra aumente conforme avance la semana.
A la amenaza de estos sistemas se suma el huracán John, que ya está causando estragos en el sur del país, especialmente en Guerrero y Michoacán. Lluvias torrenciales y descargas eléctricas acompañan su paso, mientras Veracruz y otras regiones del Golfo se mantienen en alerta. Ante este panorama, las autoridades meteorológicas y de protección civil han pedido a la población mantenerse informada y seguir las recomendaciones para reducir los riesgos asociados a estos fenómenos.
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