Tras su regreso al mando de la Selección Mexicana, Javier «Vasco» Aguirre no sólo ha tomado las riendas tácticas del equipo, sino que también ha puesto en evidencia la relajada disciplina que prevalecía bajo la gestión de Jaime «Jimmy» Lozano. Según reportes de Fox Sports, Aguirre ha implementado una serie de medidas para corregir el comportamiento de los futbolistas, mostrando un contraste evidente con las prácticas anteriores. Uno de los cambios más notables es la estricta prohibición de familiares en las concentraciones del equipo, algo que Lozano permitió durante la Copa América 2024.
Además, Aguirre ha establecido horarios fijos de salida después de los partidos, cortando la libertad que antes tenían los jugadores para quedarse en los vestidores hasta horas tardías, buscando evitar a la prensa. Rafa Márquez, una figura clave en el nuevo ciclo de Aguirre, también juega un papel crucial en el control del vestidor, siendo responsable de mejorar la cohesión entre los jugadores.
Según el reporte, la llegada del «Káiser» ha cambiado la actitud dentro del equipo, eliminando divisiones internas que afectaban la dinámica del «Tri«. Con estos ajustes, Javier Aguirre busca restaurar la disciplina y recuperar el compromiso de los jugadores, marcando el inicio de una nueva era para la Selección Mexicana que deja atrás las indulgencias del pasado.
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