Es bien sabido que el Gobierno de México ha seguido con atención las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela, sin embargo, de manera mesurada y prudente ha evitado felicitar la supuesta victoria de Nicolás Maduro, como ya los hecho los gobiernos de Rusia, China, Cuba e Irán, países que mantienen estrechos lazos con Venezuela. En un comunicado del gobierno mexicano, este señala que, apegado a sus principios constitucionales de política exterior, con pleno respeto a la soberanía de Venezuela y a la libre determinación de los pueblos, México confía en que la voluntad del pueblo venezolano expresada en las urnas, sea respetada mediante un proceso de escrutinio transparente.
En el mismo comunicado, también se señala que México se mantendrá atento al conteo final de actas e informes detallados del Consejo Nacional Electoral de ese país para conocer los resultados finales.
En otras palabras, y conociendo como son los de la 4T de lisonjeros, resulta muy extraño que AMLO no haya comenzado a tronar los cohetones de varilla por la supuesta victoria de su valedor venezolano. O ¿acaso sabrán algo?
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