El que boquea como mojarra salida del agua, y da señales de vida, es el damnificado número 1 del paraíso de Rocío Nahle. Nos referimos al presidente de la junta de coordinación política del congreso local, Juan Javier Gómez Cazarín. Quien tuitea en su cuenta de X, que recorrió las instalaciones del Acuario de Veracruz en compañía de Rocío Nahle. Desde luego queriéndonos hacer creer, que está dentro de la venia de la virtual gobernadora de Veracruz.
“En dicha visita, constatamos las mejoras realizadas gracias a la Cuarta Transformación, que ha permitido modernizar y ampliar las áreas de exhibición y conservación, así como implementar nuevas tecnologías para el cuidado de la vida marina. Estas acciones reflejan el compromiso del gobierno con la preservación del medio ambiente y la promoción del turismo sostenible”, así aparece un párrafo en su cuenta, por cierto, bien redactado y sin faltas de ortografía, por lo que dudamos que él lo haya escrito.
Lo cierto, es que, este cuestionable personaje ha sido relegado y mandado a la oficina de asuntos no importantes, supuestamente como intermediario entre el gobierno federal y estatal, como si Nahle necesitar a alguien para poder hablar con la nueva presidenta electa. Ni hablar con el Carón, que no se resigna y, no quiere aceptar que es un arrimado y apestado en el próximo gobierno.
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