El ataque ha generado un profundo impacto en la comunidad deportiva y la sociedad en general, planteando preocupaciones sobre la seguridad de los atletas, incluso cuando se encuentran en lugares públicos. El hecho de que un jugador de la Selección Nacional haya sido blanco de tal violencia subraya la urgencia de abordar este problema de manera efectiva.
Las autoridades malasias han iniciado una investigación exhaustiva para identificar al agresor y determinar los motivos detrás de este atroz acto. Este incidente se suma a una serie de eventos preocupantes que han afectado a otros futbolistas en el país, incluido el reciente ataque al jugador Akhyar Rashid, quien sufrió heridas en la cabeza y las piernas en circunstancias similares.
