Cuando se consideraron listos para su hazaña, ingresaron al cine sin levantar las sospechas del personal que revisó sus boletos sin percatarse del contrabando culinario que llevaban consigo. Una vez dentro de la sala, cada miembro de la familia sacó discretamente su provisión de alimentos para disfrutar de la película, en este caso, “Kung Fu Panda“.
La viralización del video generó una oleada de críticas hacia la familia, con muchos internautas señalando que su comportamiento era una falta de respeto hacia los demás espectadores en la sala. Aunque la verdad, viendo las viandas que llevaron, muchos hablaban de pura envidia.
