Juan David Castilla / Xalapa, Ver. Doña Concepción Hernández Hernández y su familia se mudaron a Xalapa para que sus hijos pudieran estudiar, pero han enfrentado muchas dificultades desde entonces. Hace 12 años, su esposo Margarito Díaz Fuentes desapareció y nunca regresó.
Ellos son originarios de Chicontepec, de la región Huasteca Veracruzana, pero la falta de recursos económicos dificultó su estancia en la capital del estado.
«Nos quedamos sin nada, tuve que vender mi casa y sufrimos mucho, batallé bastante con mis hijos porque el propósito de llegar aquí a Xalapa era para que mis hijos estudien y por eso nos venimos, somos de Chicontepec, si es de la Huasteca, llegamos aquí para que mis hijos estudien y sin embargo batallé bastante».
La vida ha sido muy difícil para esta familia, la señora Concepción desarrolló diabetes y su hija fue diagnosticada con cáncer de tiroides debido al estrés.
«La vida fue muy difícil, ha sido muy difícil porque ahora hemos tenido consecuencias, yo tengo diabetes, a mi hija le detectaron cáncer de tiroides porque pasó por momentos muy difíciles, porque se quedó en la escuela y su papá nunca regresó», expresó la mujer.
Aunque han buscado apoyo de las autoridades para localizar al padre de familia, sienten que no se ha hecho lo suficiente.
«Mis hijos se quedaron de 14 años mi hijo y mi hija de 16. Actualmente, mi hija tiene 28 años y mi hijo 26 años», relató la señora, quien busca con desesperación a su esposo.
La madre asiste a las brigadas de búsqueda y siempre tiene la esperanza de encontrar a su familiar, pero hasta ahora no ha tenido éxito. La vida de las personas con familiares desaparecidos es muy difícil.
Su marido Margarito desapareció el 15 de diciembre de 2011. Laboraba como profesor de primaria en la escuela Úrsulo Galván del municipio de Jalcomulco. Aquel día fue a dar clases pero ya no volvió.
«Ahora mi esposo está cumpliendo 12 años y que pues no, no se sabe nada y vamos con nuestro Ministerio Público (MP) a preguntar o a decir que han hecho y pues realmente no, no están haciendo nada», enfatizó doña Concepción.
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