Y es que, el ejecutivo federal no sabe, o no quiere entender que la refinería de Dos Bocas, es un mal negocio. Por ahí nos enteramos que PEMEX, tuvo que informar a la Comisión del mercado de Valores de los Estados Unidos (SEC), que se tuvo que inyectar otros 1,000 millones de dólares, entre enero y junio de este año, para avanzar en la construcción de su refinería. videntemente que esos recursos no vienen de Pemex porque simplemente no los tiene.
Son 1,000 millones de dólares que se suman a otros 3,800 millones de dólares transferidos de las arcas públicas para mantener en marcha la edificación de Dos Bocas. Si la señora de Rio Grande, Zacatecas, no supo administrar los recursos de una refinería, ya nos imaginamos lo que hará con los recursos de los veracruzanos.
