López Obrador lo sabe y por ello, después de estar en cama, poco menos de una semana, regresó a las mañaneras para descabezar instituciones. Con la moruna en la mano ordenó al Senado: “No titubeen, se trata de defender los bienes del pueblo. Que reformen esa institución, mejor dicho, que la desaparezcan, y que esa función se la encarguen a la Auditoria Superior de la Federación y que se ahorren mil millones de pesos”.
Según AMLO, ¿cuál es la razón para acabar con una institución tan importante? Pues que los comisionados del INAI cobran altos sueldos y que ese dinero se lo puede ahorrar el pueblo. Pero es todo lo contrario, sin el INAI el presupuesto será más opaco y funcionarios como Rocío Nahle podrán inflar los costos de lo que le falta para completar Dos Bocas.
