Álvaro Sánchez, “El Tartamudo”, asesinado en Tequisquiapan, se refugió en Veracruz. Exigió a Libertad bajo Palabra que bajáramos una nota

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Álvaro Sánchez, “El Tartamudo”, asesinado en Tequisquiapan, se refugió en Veracruz. Exigió a Libertad bajo Palabra que bajáramos una nota FOTO: LBP
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Armando Ortiz / Álvaro Sánchez, alias “El Tartamudo”, fue uno de los líderes del crimen organizado que murió en la balacera de Tequisquiapan, Querétaro. Este sujeto, como lo anotamos en varios artículos del portal Libertad bajo Palabra, se refugiaba en Veracruz, custodiado por policías estatales, entre ellos José Wong Reyes, un policía que detuvo a toda una familia de manera ilegal, inventándole cargos que finalmente se le cayeron. Estos dos sujetos mandaron una misiva al portal Libertad bajo Palabra, exigiendo que se bajara una nota en la que se les vinculaba; absurdo, no quieren que se les vincule y mandan la misma nota, firmándola la primera “El Tartamudo” y la segunda Jorge Wong. En su misiva anotaban: «La información que usted genera y/o divulga por ese medio de información me ocasiona un grave un daño y/o perjuicio irreparable a mi imagen personal, familiar, laboral y/o social, así como, el mensaje de odio que construye, distribuye y fomenta usted en mi contra con esa nota con información del suscrito que usted utiliza sin derecho y sin mi consentimiento». Pues este sujeto que nos acusaba de causar un daño irreparable a su imagen personal, fue acribillado, esto a pesar de contar con 10 escoltas; ¿escoltas del Ejército? La nota que este sujeto pedía que bajáramos decía: «El líder de un cartel de la droga mueve los hilos de la policía ministerial en el sur de Veracruz. En el municipio de Jesús Carranza, Álvaro Sánchez Sánchez consiguió que su testaferro José Wong, detuviera a las empleadas de Jhovany Aguirre, quien se negó a participar con él en el negocio del tráfico de drogas. José Wong inventó que las empleadas eran secuestradoras, las torturó y amenazó con violar a sus hijas. Afortunadamente, al hacerse conocido el caso y las arbitrariedades cometidas por José Wong, se dejó en libertad a las empleadas de Jhovany Aguirre». ¡Pero no la bajamos, haciendo prevalecer nuestro derecho a la libertad de expresión!

José Wong, a pesar de vínculos con el narco y acusaciones de tortura, sigue siendo parte de la Fiscalía de Veracruz; es el testigo estrella en el caso Winckler

A pesar de las acusaciones que señalan que el policía José Wong operaba para Álvaro Sánchez, “El Tartamudo”, narcotraficante asesinado en Tequisquiapan, Querétaro, el señor sigue como delegado de la policía ministerial en el sur de Veracruz. Ahora que se sabe que el señor tenía vínculos con el narcotraficante Álvaro Sánchez, uno se pregunta, ¿por qué sigue en el cargo de la policía ministerial? Cuatro mujeres lo acusaron de tortura y de inventarles cargos falsos. Una de las mujeres declaró: «Cuando me llevaron al calabozo, no podía ni moverme de la golpiza que me dieron, ahí tuve una crisis, porque me tenían encapuchada, y comencé a ponerme mal, fue cuando llegó el señor Wong y me quitó la capucha, le pude ver la cara y lo identifico plenamente como el sujeto que estaba al mando de todo esto». Pero José Wong goza de completa impunidad gracias Verónica Hernández Giadáns y del Bola 8. ¿Por qué? Pues nos enteramos que José Wong es el testigo estrella de la fiscalía en el caso de Jorge Winckler Ortiz, exfiscal de Veracruz. Nos informan que José Wong testificó que el vio como Winckler Ortiz torturó a Francisco Zárate Aviña, ex escolta del también exfiscal general de Veracruz en el gobierno de Javier Duarte, Luis Ángel Bravo Contreras; asegura Wong haber estado en la misma habitación a la hora de la tortura. Por ello no le hacen nada a José Wong, ello a pesar de los evidentes vínculos con el narco en el sur, a pesar de que lo identifican como torturador. El señor se prestó para acusar a Winckler Ortiz y con ello se le destituyó de la Fiscalía y lo mantienen en prisión.

Eric Cisneros Burgos, “sacaremos a ese buey de la barranca”. Bola 8 se toma foto en su oficina con una cabeza de buey

¿Sabe usted cuál es la diferencia entre un toro y un buey? Dice una revista especializada que “el toro es el animal que ha crecido en forma natural y que no ha sido castrado y, por lo tanto, puede procrear. Por su parte, el buey es un bovino que ha sido castrado inmediatamente luego de su madurez sexual”. Dicen además que, “la carne de los bueyes resulta más jugosa y tierna que la de las vacas y los toros, por eso gozan de buen prestigio entre los amantes de las carnes”. Pues con una cabeza de buey, el secretario de Gobierno de Veracruz pidió que le tomaran una fotografía en su oficina. Él y sus corifeos quieren hacernos creer que la cabeza es de toro, y que eso significaría que el señor es brioso como el animal mítico. No creemos que el secretario de Gobierno sepa que, en las Sagradas Escrituras, en el libro de Ezequiel, aparecen cuatro “seres vivientes”, querubines con cuatro caras, una de ellas era la de un toro que representaba poder. Pero en el caso del Bola 8, lo que creemos es que el señor es un provocador, y su pretensión se retar: “¡A que no sacan a este buey de su barranca!”. Si bien la acepción inmediata de esta frase es a buscar una solución urgente a algo que está en riesgo, también se puede interpretar como el hartazgo de un pueblo por librarse de un mal gobierno, un gobierno de bueyes que está pisoteando el estado de derecho de la nación. Entonces qué, ¿nos animamos a sacar a ese buey de la barranca?

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