La compra de la empresa energética Iberdrola por el gobierno de México está siendo publicitada como una nueva nacionalización de la energía. Sin embargo, analistas señalan que la compañía no fue comparada para los mexicanos, sino para una empresa privada llamada Mexico Infrastructure Partners, una empresa ligada a la familia Bartlett. El periodista Carlos Loret de Mola señaló que, a pesar de que Iberdrola sufrió un acoso constante por parte del presidente de México, quien salió ganando en esta compraventa fue la propia Iberdrola, quien le vendió a México 13 plantas de energía a precios muy altos.
Se pregunta el periodista: «¿Estamos frente un caso como el de Agronitrogenados de Lozoya-Peña Nieto? Cuando el gobierno compró una megaplanta vieja a precios millonarios y el asunto terminó en cárcel y escándalo de corrupción». Otros que también ganan son los cabilderos, pues siempre los hay. Esos que son los primeros con los que se contactan las grandes empresas, personas cercanas a los círculos del poder, como lo son los hijos de López Obrador.
A nadie extrañaría que detrás de la compra de la refinería Deer Park en Houston, Texas, estuviera Carolyn Adams y su esposo José Ramón López Beltrán, lo mismo que estuvo detrás de los contratos de Baker Hughes en Dos Bocas. A nadie extrañaría que detrás de la compra de Iberdrola estuvieran también los hijos de López Obrador. Es decir, con esta compraventa oscura, en el gobierno de AMLO todos ganan, menos los mexicanos.
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