Así hacen las cosas en la Fiscalía de Verónica Hernández Giadáns; todo lo echan a perder. No hay métodos de investigación para encontrar evidencias y pruebas sobre la culpabilidad de los detenidos. En la Fiscalía de la espuria, ya se ha constatado, lo que hay es fabricación de culpables, siembra de evidencias y tortura para que los detenidos confiesen lo que han hecho o hasta lo que no han hecho. Al final, cuando se descubren sus métodos de tortura, los presuntos homicidas salen libres gracias Derechos Humanos. Pero para la víctima no hay justicia. Se documentó la tortura que sufrió Óscar Felipe “N”, presunto homicida de Miguel Ángel Sulvarán.
Lo sodomizaron con un palo de escoba para sacarle una confesión, entre otras torturas. Los ministeriales no buscaron pruebas, no entrevistaron, no indagaron, no encontraron más evidencias que el chip de un teléfono. No encontraron más porque estaban ocupados torturando al presunto homicida. Debido a eso el presunto homicida ya está en libertad.
¿Y la justicia para Miguel Ángel Sulvarán? Gracias a la Fiscalía de Veracruz no hay justicia. Mañana estos torturadores incompetentes encontrarán algún chivo expiatorio y lo presentarán como el homicida responsable. Y todavía la fiscal espuria de la cara para decir que su dependencia está haciendo bien las cosas. ¡Sinvergüenzas!
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