El día de los hechos el menor tenía un arma en sus manos cuando fue descubierto por uno de sus tíos, un adolescente de 15 años que, al ver lo que ocurría, intentó quitarle el arma al menor. Sin embargo, en el intento fue alcanzado por una de las balas que se detonaron mientras forcejeaba con el niño. Cuando los paramédicos llegaron al sitio la víctima ya no contaba con signos vitales.
Respecto al caso el menor no puede ser juzgado, sin embargo, la policía indicó que el padre del menor será el que podría enfrentar cargos por el delito de omisión culposa. La pregunta que ha dado vueltas en torno al suceso es la siguiente. ¿Hasta cuándo los padres entenderán que el tener un arma en su domicilio es sinónimo de peligro? Y más si el arma está expuesta al alcance de los menores.
