El gobierno de la Ciudad de México no tiene madre. Pedir al chofer del Metro 260 millones de pesos para reparación del daño por un accidente en el que él es una de las víctimas, no tiene madre. Carlos Alfredo se encuentra hospitalizado con una vinculación a proceso encima; como dice el dicho, al perro más flaco le quieren echar las pulgas. Y es que al gobierno de Claudia Sheinbaum le urge echar la culpa a alguien para que ella pueda seguir de manera llana con su campaña hacia la presidencia de la República. Carlos Alfredo, desde su cama de hospital dice que no él cree fervientemente en la justicia.
“Yo también soy una víctima de ese accidente, estoy aquí, acostado, no me puedo mover, tengo una vinculación a proceso y confío en que se resuelva y confío en el Sindicato”, señala a quien quieren hacer responsable de la muerte de la joven Yaretzi, quien perdiera la vida en ese accidente. Sobre el choque, Carlos Alfredo comenta: “Nos habían indicado que, debido a una falsa ocupación, se tenía que franquear esa señal, teníamos que avanzar. Es cuando se me indica, tomo un modo de conducción adecuado y comienzo a hacer lo que se me indica”.
El mismo chofer señala sobre las condiciones de seguridad en el Metro: “ya sabíamos las condiciones en las que circulábamos, nos las había comentado. Aunado a ello también estaba el incendio del cableado“. Vale mencionar que de tiempo atrás se había advertido la falta de mantenimiento en algunas líneas del Metro de la CDMX. Pero al gobierno de la Sheinbaum lo que le importaba era ahorrar, ahorrar dinero para dárselo al presidente para sus programas sociales.
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