Le agarró la noche al presidente y, al parecer, no tiene donde guarecerse, ya que después de contarse hasta los dedos de los pies, han comprendido que no tendrán la mayoría calificada para sacar adelante la ambiciosa reforma electoral. Por tal motivo el presidente, ahora sale que tiene un Plan B, donde no necesitará mayoría absoluta en el Congreso Federal.
Sin embargo, hasta esa reforma tendrá oposición, ya que el poderoso líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal Ávila, advirtió que no es posible modificar la composición del Consejo General del INE o de las cámaras del Congreso, ni que se elija a los consejeros y magistrados electorales mediante voto popular sin modificar la Carta Magna.
Y es que, la propuesta del presidente López Obrador pretende cambiar el Instituto Nacional Electoral por el Instituto Nacional Electoral y de Consultas, reducir el número de diputados y senadores, que los consejeros y magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sean elegidos por medio de voto popular y recortar el número de consejeros del INE de 11 a siete. En otras palabras, hacer todo ello los pondría contra la pared ante el poder Judicial, quien con la mano en la cintura echaría abajo esa aberración legislativa.
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