Señala el escritor brasileño Paulo Coelho: “La ignorancia se mide en la cantidad de insultos que usan cuando no tienen argumentos para defenderse”. Tal es el caso del presidente López Obrador, quien al enterarse que se preparaba una marcha a favor del INE, ensayó una sarta de insultos que lanzó en contra de los mexicanos que participarían en esa marcha. Ignorante, sin argumentos, muy encabronado, López Obrador llamó “lambiscones, racistas, clasistas, aspirantes a fifís, hipócritas” a los que acudirían a la marcha.
Más encabronado se encuentra al enterarse de que su reforma electoral no cuaja, tanto que han decidido postergar su presentación hasta diciembre, pues saben que no cuentan con los votos suficientes para su aprobación. Si bien se acaba de aprobar el Presupuesto de Egresos 2023, algunas cosas de ese presupuesto han quedado a discusión.
Señala el periódico Milenio que de tan encabronado que anda López Obrador, ya no ve quien se la hizo, sino quien se la pague: “Ya no sólo ataca a quienes llama sus ‘adversarios’ e insulta a las personas que apoyan al INE, sino que ahora también está lanzando incomprensibles descalificaciones contra figuras intelectuales como el escritor Juan Villoro y, ayer, Roger Bartra”. ¿Qué le pasa a López Obrador que no puede controlar sus vísceras?
Comentarios