Hoy la UPAV no es ni la sombra de lo que fue; perdió fuerza, presencia, calidad y eficiencia. Según la Asociación de Académicos, Administrativos y Docentes (AAADUPAV) la universidad fundada por el profesor Guillermo Zúñiga ha perdido hasta el 70 por ciento de su matrícula. Según la AAADUPAV «la institución apenas cuenta con 16 mil 436 estudiantes y de estos, 65 por ciento corresponden a bachillerato y 35 por ciento a licenciatura y posgrado. Es decir, la Universidad cuenta con cerca de 10 mil 600 alumnos en preparatoria y menos de 6 mil inscritos en educación superior».
Pero como dice el dicho, «no tiene la culpa el indio, sino el que lo hizo compadre». No se puede responsabilizar a Ome Tochtli Méndez Ramírez del desastre ocurrido en la UPAV, él ni siquiera es consciente de eso. Habría que buscar al que lo “hizo compadre”, al que lo puso en la rectoría a pesar de las advertencias que le hicieron sobre su calidad de inútil.
