En plena celebración de Día de Muertos, el presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó de manera tajante que la contratación mediante adjudicación directa de la empresa Imedic para la prestación del servicio, fuera a ser objeto de investigación y sostuvo que los cambios obedecen a una limpia en la institución por toda la corrupción del pasado. En otras palabras, justificó el actuar de su exayudante, Almendra Lorena Ortiz Genis, hoy directora de Administración y Finanzas del ISSSTE.
Sin embargo, la realidad es que, detrás de la suspensión del servicio de Rayos X y otros estudios clínicos en los hospitales del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), el hedor de la corrupción comienza a brotar. Se sabe que hay omisiones, expedientes extraviados y decisiones cupulares que benefician a Imedic SA de CV.
Lo grave del caso es que el Ejecutivo federal se ciega a la realidad y dice que todo esto se debe a una limpia en la institución por toda la corrupción del pasado. Lo cierto es que, el presidente no quiere reconocer que la pus y el hedor de la corrupción está brotando de las tripas de la 4T.
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