Murillo Karam está acusado del secuestro y tortura de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Pero queda claro que él ni secuestró ni torturó a los jóvenes estudiantes; el Ejército sí. Pero al Ejército López Obrador no puede meter a la cárcel porque Luis Cresencio Sandoval le da sus coscorrones; ya se los dio. Por ello agarraron de “chivo expiatorio” a Jesús Murillo Karam, quien sólo siguió las instrucciones de su superior de facto, el presidente Peña Nieto. Había que encubrir las atrocidades del Ejército, y las encubrió. Por eso detuvieron a Murillo Karam, por encubridor. El domingo 23 de octubre en redes sociales circuló la “noticia” de que el exprocurador Jesús Murillo Karam había muerto, pues no había resistido la operación a corazón abierto que le habían aplicado.
Ante esta noticia en redes sociales se le fueron encima a López Obrador, pues en su esfuerzo por encubrir a los militares que participaron en la masacra de Ayotzinapa encarceló a Murillo Karam, por lo que su salud se vino abajo.
Pero Murillo Karam no ha muerto, la Subsecretaría del Sistema Penitenciario del Gobierno de la Ciudad de México informó: «El 19 de octubre, Murillo Karam tuvo que ser trasladado del Reclusorio Preventivo Varonil Norte, donde cumple la medida cautelar de prisión preventiva que le fuere impuesta, al Hospital General de Xoco para atender su estado de salud». Sin embrago, Murillo Karam sigue en terapia intensiva, pues otra vena carótida está obstruida y se le deberá operar nuevamente.
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