El candidato López Obrador dijo que llegando él a la presidencia bajaría la gasolina a 10 pesos el litro; ya como presidente de México no bajó el precio de la gasolina. Luego dijo que con la compra de la refinería de Deer Park seríamos autosuficientes y con eso bajaría el precio de la gasolina; tampoco bajó el precio de la gasolina. Después dijo que Dos Bocas comenzaría a operar en 2022 y con ello ya seríamos autosuficientes; se llegó el 2022 y sigue más cara la gasolina. Ahora, como el cuento del hombre que no se deja cornear por el toro, López Obrador sale con que para ser autosuficientes y bajar el precio de la gasolina se necesitan otras dos refinerías como la de Dos Bocas.
Dijo el presidente: «Con todo eso ya vamos a poder ser autosuficientes, producir en México gasolinas y diésel, con eso ya se puede hacer mucho porque cuando menos se garantiza que no aumente el precio. Y si se sigue invirtiendo hacia adelante en construir otra refinería o dos, porque llevábamos 40 años sin hacer una nueva refinería, entonces si se continúa así, sí se puede bajar el precio de las gasolinas».
El problema en México no son las refinerías o los subsidios. El problema en México es que la corrupción en Pemex sigue, la corrupción en la Secretaría de Energía sigue. La misma refinería de Dos Bocas está costando hasta tres veces lo presupuestado, y lo peor es que sigue sin producir un solo litro de gasolina. México sigue siendo un barril sin fondo con un presidente sin palabra.
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