Alguna vez Arely Alvarado realizó trabajo comunitario a favor de los colonos. Por eso su asociación civil creció, porque en un principio ella tenía buenas intenciones. Pero un día se topó con Ana Miriam Ferráez, quien le habló de tú y la trató como su igual. Por supuesto no eran iguales, Arely era una luchadora social, la otra una trepadora. La Ferráez la engañó, la traicionó, la trató como su “chacha”. Después de eso Arely Alvarado cambió, se peleaba con todo mundo, hasta con los que le advertimos que no se metiera con esa alimaña. Recientemente Arely quiso extorsionar a Ricardo Ahued, pedía obra para sus agremiados, sólo para ellos, nada para los vecinos que no estaban en sus listas. Pero Ricardo Ahued no cede a extorsiones, de modo que una obra millonaria que habría de beneficiar a miles de colonos fue cancelada.
Arely enfureció, se fue contra autoridades, insultó al alcalde, insultó a los periodistas que aseguró están a sueldo del alcalde. Se equivocó. El martes 18 de octubre Arely Alvarado tuvo la magnífica idea de bloquear el boulevard Xalapa-Banderilla, creando un caos del que los vecinos, automovilistas y transportistas están hartos. La policía se la llevó con las “patas por delante”, arrestaron a otros y liberaron la vía; Arely se defendió con dientes y uñas; pateo la cámara de un compañero fotógrafo. ¿Qué consiguió? Nada. No entiende, porque la furia no la deja entender, que a Ricardo Ahued no lo puede extorsionar.
El mismo alcalde se ha portado clemente con la rijosa líder de colonos: «Me pidieron que presentara denuncia contra ella y no lo voy a hacer, la autoridad que la detuvo me pide la denuncia, que si tenemos un agravio que presente la denuncia y no la voy a presentar». Arely tiene que recapacitar, pensar en el beneficio comunitario y dejar de pensar en ella, en sus caprichos, en sus victorias personales. En todo caso, seguirá equivocada, despeñándose por un derrotero que no tiene fondo.
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