El Ejército mexicano gasta cinco mil pesos por segundo, mientras que hay hogares mexicanos que no tienen ni qué comer. Eso dijo el senador Emilio Álvarez Icaza en su cuarto informe de labores. «Las fuerzas armadas en especial han recibido un trato excepcional y de privilegio, expresado entre otras cosas en las asignaciones presupuestales aprobadas en la cámara de diputados», señaló el senador del Grupo Plural.
Sin embargo, eso no es todo, el mandamás de la Sedena ha sido arropado no sólo por el presidente, sino también por Adán Augusto López, secretario de Gobernación, quien sin ningún empacho le espetó a los diputados que conforman la Comisión de Defensa, que dicha Comisión no tiene ni cuenta con las facultades para citar al ensoberbecido general a rendir cuentas por el hackeo a la Sedena.
Ni hablar, no cabe duda que este culebrón sólo es una muestra de que, en estos momentos, la autoridad militar esta sobre el poder civil. Y si lo duda por un momento, pregunte quién tiene el mayor presupuesto económico en la 4T y quiénes se dan vida de reyes en un México con más de 60 millones de pobres. No hay duda, los jorocones de la Sedena son los consentidos de ya saben quién.
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