Armando Ortiz / Los “moches voluntarios” han sido una constante en el sistema de financiamiento de López Obrador. Lo de la delincuente electoral Delfina Gómez no es nuevo. De acuerdo con el libro EL rey del cash de Elena Chávez, ese sistema se viene aplicado desde que López Obrador fue jefe de Gobierno del Distrito Federal. Ese sistema se aplicó con el gobierno de Marcelo Ebrard y algunos años con Miguel Ángel Mancera. Señala Elena Chávez en su libro que «el dinero en efectivo se lo entregaban a Esquer en bolsas y portafolios en su oficina, para ser trasladados a la Fundación Honestidad Valiente, que manejaba el operador electoral de López Obrador y hoy senador Gabriel García Hernández». Por ello Esquer es el particular de López Obrador, por eso la hija de Esquer es la que maneja los contratos de Pemex con empresas extranjeras, rindiéndole cuentas en Houston a José Ramón López Beltrán. Alejandro Esquer es este personaje que acudía a las bodegas del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado y se llevaba lo que se le antojaba; denunció Jaime Cárdenas, extitular de este instituto, que Esquer llegaba a las bodegas como quien va a un supermercado, a llenar el carrito como si comprara la despensa.
¿La respuesta a la salida de El rey del cash? López Obrador suelta a su jauría de boots y de haters. Hacen malabares para descalificar el libro
Poco a poco van saliendo los detalles del contenido del libro El rey del cash, escrito por la periodista Elena Chávez. El periódico El Universal publica el título de los 28 capítulos de este libro, entre los que se destacan: “Honestidad Valiente, laboratorio de lavado de dinero”, “Marcelo y su carnal Mario Delgado”, “Infarto: simulación o realidad”, “Las aportaciones de José Luis Abarca”, “Sheinbaum entregó a Ímaz”, “Vocero, recaudador, prestanombres”. Al parecer Elena Chávez, como el Quijote, no deja títere con cabeza. ¿Cuál ha sido la reacción del gobierno de López Obrador? Bueno, en redes sociales ya se soltaron los boots a favor de López Obrador que buscan, a como dé lugar, cuestionar y descalificar a la escritora Elena Chávez, a la prologuista Anabel Hernández y al contenido del libro. Cuentas falsas, cuentas sin personalidad, cuentas que anotan comentarios misóginos, despectivos hasta contra los lectores. Muchos dicen que el contenido del libro no afectará a López Obrador, sin embargo, las granjas de boots están a todo lo que da. López Obrador ha dicho poco o nada sobre el libro que publicara la exesposa de César Chávez, quien fuera su más cercano y leal colaborador durante muchas décadas. Sin embargo, los que conocen al presidente saben que lo suyo, lo suyo es minimizar las cosas. En su casa ha de estar poniendo la canción de Chico Che que dice: “Uy, qué miedo, mira como estoy temblando”. La misma canción con la que se quiso burlar del gobierno de los Estados Unidos y que ahora lo tiene contra las cuerdas.
A cuatro años de la Cuarta Transformación México ocupa el cuarto lugar entre los países más corruptos. Esto según encuesta de U. S. News & World Report
El presidente López Obrador dijo que con su llegada al gobierno se acababa la corrupción. Lo presumió durante varias mañaneras hasta que el discurso estuvo tan gastado que dejó de hacerlo. Cuatro años después el combate a la corrupción ha sido un fracaso. Gobernadores morenistas, alcaldes morenistas, diputados morenistas, senadores morenistas se han visto envueltos en escándalos de corrupción. Quizá el gobierno de López Obrador fracasó en el combate a la corrupción porque en esencia el presidente López Obrador, ha quedado demostrado, es corrupto. Y esto lo nota el mundo. U. S. News & World Report hizo una encuesta a 17 mil ciudadanos en el mundo a los que les pidieron que señalaran qué países asociaban con el término “corrupto” o “corrupción”. Rusia fue el país con más menciones en la encuesta. En segundo lugar, estuvo Irán, el tercer lugar fue para Colombia y el cuarto lugar para México. En el quinto lugar aparece Birmania y en el sexto Brasil. Es decir, tres países latinoamericanos, encabezados por México, aparecen entre los países más corruptos del mundo. Por cierto, los países con menos menciones, considerados poco corruptos son Suecia, Australia, Canadá, Suiza, Bélgica y los Países Bajos. Hasta hace unos meses el presidente todavía decía que en su gobierno “no hay corrupción, aunque les dé coraje a los conservas, ya se acabó. Porque el Presidente no es corrupto y no tolera la corrupción”. Pues al parecer nosotros tenemos otros datos.
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