Con las revelaciones que ha hecho el grupo de hackers Guacamaya, queda comprobada la influencia tentacular y presencia de las Fuerzas Armadas en todas las esferas del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Desde funciones que antes realizaban el supuestamente extinto Estado Mayor Presidencial, como operaciones de acompañamiento y escoltas a familiares del Ejecutivo federal, hasta funciones empresariales y de construcción, la Sedena deja constancia de su influencia en el gobierno del presidente López Obrador.
La preocupación que existe en el círculo cercano al presidente es evidente y es que saben que los más de cuatro millones de documentos con conversaciones, órdenes, partes, estados de cuentas y notas informativas entre mandos altos y medios desde el año 2010 hasta septiembre 2022, pueden revelar datos que pongan en jaque al gobierno de la 4T.
Además, con estas filtraciones, el Ejecutivo federal queda como un gobernante rebasado y sometido por los mandamases de la Secretaría de Defensa. En otras palabras, el mensaje que se manda es que el Ejército mexicano es la mano que mece la cuna en la 4T.
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